Los programas de televisión suelen hacer estudios de audiencia regulares para conocer la opinión del público. A veces estos estudios arrojan conclusiones que resultan sorprendentes hasta para los propios productores y conductores. Es lo que ocurrió con el último focus group que realizó el programa Esta boca es mía, conducido por Victoria Rodríguez. Según explicaron desde la producción, la mayoría de los participantes del estudio “hablaban de un panelista muy de derecha, que siempre dice las mismas cosas, es medio tramposo con los argumentos y parecería estar más interesado en escandalizar que en convencer a alguien. Pero cuando se les preguntaba a cuál de todos se referían, se sorprendían de que fueran más de uno”.

Los productores aclararon que siempre fueron conscientes de que el perfil de los panelistas de derecha del programa era bastante similar y por eso les pidieron que intentaran diferenciarse entre ellos, pero esto no dio resultado. “Nosotros creemos que, por su propia naturaleza, empiezan a darse manija entre ellos y terminan pensando y diciendo las mismas cosas. A lo mejor los tenemos que poner en una cabina aislada, como se hace en los programas de preguntas y respuestas, para que no se influencien tanto entre ellos”.

Los cambios: para los espectadores, el programa “no es tan polémico” desde que echaron a los panelistas de izquierda, aunque también reconocen que “en última instancia todos gritan y no se entiende nada”.