El proyecto del senador nacionalista Sebastián da Silva para vetar la importación o producción de carne de laboratorio durante cinco años es fervientemente apoyado por los propietarios de establecimientos ganaderos. Según explicó uno de ellos, “Da Silva es el único que nos defiende. Este proyecto es fundamental porque, si bien esa basura llamada carne sintética va a terminar imponiéndose, y en ese momento nosotros vamos a vender nuestros campos para invertir en producción de carne sintética, por ahora todavía estamos en el negocio de las vacas. Cinco años de prohibición no es el plazo ideal, a nosotros nos hubiera gustado un poco más, pero bueno, por algo se empieza”.

Entre los ganaderos consideran que promover la producción o importación de carne de laboratorio argumentando que se debe defender la libertad de elección de los consumidores “es un clásico ejemplo de confusión entre libertinaje y libertad. Por eso decimos: no al libertinaje, no a la carne sintética”.

La amenaza: “Si se aprueba la carne de laboratorio, me disfrazo de churrasco sintético y armo una protesta, como los de Greenpeace”. Sebastián da Silva, senador ecologista de toda la vida.