Los pedidos de que las Fuerzas Armadas se dediquen a combatir al delito se escuchaban con frecuencia en Uruguay, pero la ola de violencia que se desató en Ecuador le dio nuevos bríos al reclamo. Entre los militares, sin embargo, esta propuesta no es recibida con entusiasmo. “Si nos mandan salir a la calle, lo vamos a hacer, porque estamos subordinados al poder político, pero advertimos que muy probablemente nos roben todo lo que tenemos. Imaginate, si ya nos afanan cuando estamos adentro de los cuarteles, si salimos a las calles, a la vuelta nos vamos a encontrar con que se llevaron todo”, opinó una fuente del Ejército. Los militares creen que la estrategia de ponerlos a combatir al crimen organizado “terminaría siendo contraproducente, porque en un par de meses tendríamos narcotraficantes armados con tanques de guerra, bazookas, aviones y barcos que guerra. Mejor nos quedamos en los cuarteles cuidando lo que hay adentro para que no se lo queden ellos”.
La frase: “Si me van a mandar a la guerra, prefiero que sea en África o Haití, que pagan mejores viáticos”. Soldado pragmático.