La disposición final de los residuos producidos por las actividades humanas es uno de los principales motivos de preocupación para los grupos ambientalistas. Los casos que más preocupan desde hace varios años son las megainstalaciones industriales, como UPM, y la explotación agrícola intensiva en la cuenca del río Santa Lucía, pero en los últimos meses se sumó uno nuevo: el desperdicio del capital político del Partido Nacional. Según explicó el vocero de una ONG ambientalista, “durante los primeros años de esta administración, y pandemia mediante, los blancos acumularon importantes cantidades de confianza que les entregó la ciudadanía. Pero luego de eso comenzaron a desperdiciar todo ese capital político acumulado sin ningún tipo de control, a un ritmo frenético pocas veces visto. Un ecosistema relativamente pequeño como el uruguayo no está preparado para hacerse cargo de semejante desperdicio. Si el Partido Nacional no empieza a contenerse un poco, puede terminar ocurriendo una catástrofe”.
La propuesta: “Tenemos que llevar a la Antártida todas esas toneladas de capital político desperdiciado y enterrarlas, porque el riesgo de que emerjan nuevamente a la superficie dentro de 25 años es alto”. Científico pragmático.