Los transeúntes que pasaban ayer frente a la sede del organismo multilateral de justicia, ubicada en la ciudad neerlandesa de La Haya, se sorprendieron al ver varias máquinas topadoras derribando paredes. Finalmente, sobre la noche de ayer, la embajada de Israel en Países Bajos emitió un comunicado explicando que el país comenzará a instalar asentamientos en la sede de la corte. “Según nuestros registros, en 2500 antes de Cristo había judíos viviendo en esa parte de La Haya, por lo que el edificio está erguido sobre tierra sagrada del pueblo hebreo. Lo único que estamos haciendo es recuperar estas tierras para sus legítimos propietarios”, reza el texto.

La sede diplomática también condenó la decisión de la corte de emitir órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Gallant. “Cuando a los israelíes nos atacan, respondemos reclamando nuestros derechos ancestrales sobre algunas tierras. No nos pregunten por qué, pero es así”, concluye el comunicado.

La advertencia: “Quienes deseen quedarse en la sede pueden hacerlo, pero ni sueñen con recibir agua, comida o medicamentos”. Benjamin Netanyahu, futuro reo.