Contrastando con el tibio desempeño de los dos participantes, los periodistas encargados de la conducción del debate generaron asombro entre los especialistas y a los televidentes en general. Un analista en temas de comunicación consideró que “esto es un antes y un después en la historia de los debates, no sólo en Uruguay, sino también en el mundo. El realismo de los dos hologramas que se encargaron de la conducción es realmente asombroso, un milagro de la tecnología. A nivel gráfico eran impecables, prácticamente no se podía detectar la diferencia con los periodistas reales en los que se basaron. El desempeño de los hologramas a la hora de hablar también fue excelente, aunque en este caso el formato del debate no permitió que se pusieran a prueba las capacidades de esta inteligencia artificial para emular a periodistas de carne y hueso. De todas maneras, es un avance impresionante. Estoy seguro de que el día en que Uruguay decida organizar debates en serio, con intervenciones de los moderadores, la tecnología va a estar más que pronta para cumplir con esa función”.

La reflexión: “Lo bueno de este formato es que se puede replicar durante una eventual pandemia, con cada uno de los candidatos hablando por Zoom desde sus casas”. Ministro de la Corte Electoral.