Las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas están teniendo un peso y una presencia cada vez más grandes en la sociedad, y los partidos políticos no escapan a esta tendencia. De hecho, las noticias sobre dirigentes o militantes que son procesados por casos de narcotráfico son cada vez más frecuentes, aunque esto no quiere decir que todos los partidos estén infiltrados por estos grupos criminales. “Nosotros buscamos tener presencia en todos los partidos políticos, porque nunca se sabe cuándo se puede necesitar tener a alguien adentro. La única excepción es el Partido Independiente, en donde no hemos podido entrar. Nos está costando mucho porque es muy sospechoso que venga una persona y de buenas a primeras diga que se quiere afiliar al partido. Es muy raro. Pero, además, para que la infiltración sea efectiva nuestros compañeros tienen que pasar desapercibidos, algo imposible en el Partido Independiente, donde todo el mundo se conoce las caras. La verdad es que si le dan el Ministerio del Interior a Pablo Mieres, se nos acaba la estrategia”, reconoció un capo narco.

No es lo mismo: “Yo soy narco, no pillo”. Narcotraficante que declinó un ofrecimiento para participar en política.