El gobierno israelí se ha dedicado desde que comenzó la guerra contra Hamas a bloquear el ingreso de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. A pesar de los pedidos de varias potencias globales, incluyendo Estados Unidos, Benjamin Netanyahu no sólo defendió esta política, sino que adelantó su intención de profundizarla. En un mensaje televisado, el primer ministro israelí declaró: “No podemos permitir que el extremismo humanitario opere de manera impune a escasos kilómetros del suelo israelí. A pesar de todas las advertencias de nuestro gobierno, las agencias de Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales continúan enviando comida y medicinas a la Franja de Gaza. Quizás haya quienes creen que se puede negociar con este tipo de fundamentalistas. Nosotros creemos que no. Cuando el extremismo llega al punto de intentar aliviar las crisis humanitarias, entonces ya no hay negociación posible. ¿A qué tipo de acuerdos se puede llegar con personas que están convencidas de que está mal privar a civiles de comida, agua y medicinas? No podemos ceder ante estos fundamentalistas, por el bien de Israel y por el bien del mundo civilizado”.
La postura de Estados Unidos: “Muy mal, señor Netanyahu, muy mal”. Cuestionamiento de diplomático estadounidense ante el bloqueo israelí a la ayuda humanitaria.