Gran parte de la estrategia política que el Partido Nacional (PN) va a desarrollar en el año empieza a gestarse durante las vacaciones de verano, en las reuniones que los dirigentes mantienen en balnearios rochenses. Este año, y teniendo en cuenta que uno de los principales temas a tratar será la derrota en las elecciones, se tomó la decisión de no servir alcohol. “Si estando sobrios nos matamos a través de los medios con agresiones y disparates, imaginate lo que puede ser de noche, con calor, todos juntos en una misma sala y tomando alcohol. La única forma de que las reuniones no terminen en una batalla campal que nos dejaría aún más expuestos ante la opinión pública es sirviendo coca cola y juguitos”, opinó un integrante del directorio del PN.

La dirigencia nacionalista incluso considera que, en ciertos casos, será necesario ir más allá y prescribirles ansiolíticos a ciertas figuras. “No voy a decir a quiénes, porque tengo muy buena relación tanto con Sebastián da Silva como con Graciela Bianchi”, aclaró el dirigente.

La opinión: “En nuestros asados vamos a servir alcohol durante los próximos cinco años, hasta que perdamos el gobierno y haya que hacer una autocrítica seria”. Dirigente frenteamplista con muchas ganas de festejar.