Los ataques que vienen recibiendo las autoridades del centro asistencial por parte del Ministerio de Salud Pública, el Sindicato Médico del Uruguay y la oposición en la Comisión Directiva son cada vez más intensos y amenazan con desplazar del poder al gerente general del Casmu y a sus colaboradores. Según explicó un experto en temas de geopolítica sanitaria, “estamos en una situación muy riesgosa, porque por un lado el régimen gobernante ya no puede controlar la situación, pero por otro lado un abandono del poder podría generar una crisis asistencial y de pagos a trabajadores y proveedores, o sea que estaríamos al borde de una guerra civil”. En opinión de este experto, “el Casmu está en una situación tan compleja que ninguna de las alternativas posibles garantiza la paz y la estabilidad. Lo único que se puede hacer es elegir lo menos malo, porque la vida de 180.000 personas depende de ello”.

La protesta: “Rechazamos cualquier tipo de intervención externa que afecte nuestra soberanía. Nadie del exterior puede venir a decirnos qué tenemos que hacer”. Líder nacionalista del Casmu.