La sede del Ministerio de Salud Pública debió cerrar sus puertas ayer debido a una invasión de murciélagos que abandonaron su nido presumiblemente tras algún accidente. Las autoridades pretenden desalojarlos ofreciéndoles una solución habitacional en otro lugar, pero los animales se muestran desconfiados. “Ya con el antecedente de Irene Moreira, que prometió construir 50.000 viviendas y resultó ser un bolazo, es imposible creerle a este gobierno. Queremos un compromiso escrito. Si no, no nos vamos”, advirtió un representante de los quirópteros.

Desde el gobierno explicaron que para firmar un acuerdo semejante “habría que contar con la autorización del equipo económico y lo más probable es que ellos prefieran dejar a los murciélagos ahí a ponerse en gastos”.

La queja: “Este ministerio está en manos de Cabildo Abierto, que le da viviendas a cualquiera. ¿Justo a nosotros no nos va a dar?”. Murciélago indignado.