La aeronave llevaba 430 kilos de cocaína y había partido de Bolivia. Al aterrizar en Paraguay para reabastecerse de combustible en secreto fue detenida por las autoridades de ese país. Los pilotos reconocieron que se trató de un “golpe muy duro”, ya que deberán pasar varios años en prisión, aunque, por otro lado, también dijeron sentirse “aliviados”. “Salir de Bolivia, atravesar las montañas y aterrizar en una pista clandestina en Paraguay es peligroso, pero la parte que más miedo nos daba era la de entrar al espacio aéreo uruguayo, porque sabemos que allá tienen una ley de derribos que no perdona a nadie. Así que nos espera un buen tiempo en la cárcel, pero por lo menos nos salvamos de ser derribados por una orden de Lacalle Pou”.

La Policía de Bolivia consideró que estas declaraciones son una muestra “del nivel de desesperación que tienen los pilotos del narcotráfico, que están dispuestos a ir hacia una muerte casi segura en Uruguay con tal de ser contratados por los capos”.

La frase: “Ya entramos de lleno en la campaña electoral, pero al gobierno aún le queda casi un año. Hay que seguir trabajando. No quiero entregar la banda presidencial sin haber bajado una avioneta”. Luis Lacalle Pou, mandatario que nunca mandó derribar algo.