En línea con las últimas decisiones sobre la actuación de Israel en Gaza, el presidente de Estados Unidos le advirtió ayer a su homólogo israelí que no le venderá más armas si no toma medidas más enérgicas para evitar el sufrimiento de los palestinos. El cambio de estrategia de Washington se produjo luego de que el número de víctimas llegara a 30.000, algo que Biden atribuye a sus problemas de memoria. “Soy un octogenario y obviamente mi memoria ya no es la de un hombre joven. Desde que Israel lanzó su ofensiva sobre Gaza me había propuesto exigirle a Netanyahu que no cometiera una masacre de civiles, pero cada vez que yo hacía declaraciones públicas o hablaba con él al respecto se me olvidaba”, dijo.

El mandatario estadounidense aseguró que está “determinado” a presionar a su par israelí para que no transforme la operación en Gaza en una ocupación permanente, aunque confesó que “existen altas chances de que se me olvide”.

El dilema de Netanyahu: “No sé si ignorar olímpicamente a Biden o esperar que vuelva Trump”.