El fiscal de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) pidió a los jueces del organismo que emitan órdenes de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y contra el líder de Hamas, Yahya Sinwar. El mandatario israelí criticó duramente la medida y la calificó de una muestra de “odio antisemita”. Netanyahu recordó que la CIJ “se dedica casi exclusivamente a encarcelar a judíos, como los congoleses Germain Katanga y Thomas Lubanga, los serbios Radovan Karadžić y Ratko Mladić o el liberiano Charles Taylor”.
Pero el primer ministro consideró que el caso más escandaloso de la persecución de la CIJ hacia los judíos es “la vergonzosa orden de arresto emitida contra Vladimir Putin, el cazador de nazis más importante de la historia después de Simon Wiesenthal”.
La crítica demoledora: “La CIJ no tiene legitimidad alguna, y por eso no es reconocida por las principales democracias del mundo, como Arabia Saudita, China, Corea del Norte o Myanmar”. Benjamin Netanyahu, terraja y futuro reo.