Ayer se produjo una nueva filtración con información sobre el funcionamiento del gobierno. En unos chats enviados a un grupo de Whatsapp integrado por sus colaboradores más cercanos, el presidente Luis Lacalle Pou les pidió que no sigan avisándole cada vez que la Policía tiene sospechas de que puede haber en funcionamiento una boca de pasta base en algún punto del país. “Yo aprecio mucho que me tengan al tanto de las principales novedades de la lucha contra la delincuencia, pero a lo mejor no es necesario que yo tenga información con tanto nivel de detalle”, reza uno de los mensajes filtrados. “Muchachos, todos los días me llegan centenares de mensajes porque a lo mejor hay una boca en alguna esquina. No tengo tiempo para leerlos y la memoria del celu ya no banca”, puede leerse en otro de los mensajes. Finalmente, Lacalle Pou propone que “en todo caso, me avisen cuando se confirma que existe una boca”. “Pero a lo mejor no tiene sentido que me contacten solamente por una sospecha, como vienen haciendo decenas de veces al día”, plantea.
La declaración: “Lo cierto es que no hemos podido con los homicidios. Y mucho menos con los chats”. Luis Lacalle Pou, presidente que se siente algo frustrado.