Desde hace varios años, políticos, analistas e internautas señalan con preocupación el aumento de la polarización en la sociedad. Según la opinión generalizada, esta situación dificulta el hallazgo de puntos en común entre las posiciones diversas y favorece los enfrentamientos. “Estoy completamente de acuerdo. No es bueno caer en los extremos de ningún tipo, pero, sobre todo, no es bueno caer en la pobreza extrema, como me pasó a mí después de la pandemia”, opinó una mujer de 35 años que vive en un asentamiento irregular y cuyos ingresos no le permiten cubrir sus necesidades básicas ni las de sus cinco hijos.

Otro habitante de un asentamiento, que recibe aproximadamente 2.500 pesos del gobierno y gana otros 2.500 haciendo changas, consideró que “cuando la sociedad se mueve hacia los extremos, todos perdemos”. “Algunos pierden la oportunidad de enriquecerse con los argumentos de los que no piensan como ellos, y otros perdemos la pieza de la pensión por no poder pagarla”.

La defensa: “No todas las polarizaciones son malas. El año pasado yo hice un crucero que me llevó muy cerca del Polo Norte y pasé bárbaro”. Persona que está en el extremo copado de la sociedad.