Las acciones de la multinacional finlandesa en la Bolsa de Helsinki se desplomaron ayer tras el anuncio de que su volumen de producción no le alcanzará para cubrir las necesidades de pulpa de celulosa de los partidos políticos uruguayos de cara al ciclo electoral 2024-2025. “Desgraciadamente, el ritmo de impresión de listas para las elecciones internas hace prever niveles récord de papeletas, por lo que no seremos capaces de abastecer a las diferentes agrupaciones. Pedimos perdón a nuestros clientes por los inconvenientes”, reza un comunicado de UPM. Durante los ciclos electorales uruguayos el sistema de partidos se transforma en el principal cliente de la multinacional finlandesa, por lo que la imposibilidad de abastecer la materia prima para los millones de listas que se entregan en las ferias y esquinas o se envían a los domicilios representa un duro golpe para los ingresos de la empresa. “Lo absurdamente complejo del sistema electoral uruguayo lo transforma en una excelente oportunidad de negocios para la industria del papel. Dejarla pasar es imperdonable”, se disculpó un ejecutivo de UPM.

La explicación: “Mandamos listas por correo porque sabemos que mucha gente mete en la urna el papelito que tiene guardado en el bolsillo”. Genio de la estrategia electoral.