Una de las primeras sorpresas del escrutinio primario fue la cantidad de votos anulados en estas internas, que estuvo bastante por encima del promedio histórico. Según explicaron desde la Corte Electoral, esto se debió a un cambio en la forma en que se determina si un voto es válido o no. “Antes se anulaba el voto solamente si había más de dos papeletas, si la papeleta tenía algún pliegue identificatorio o si había algún objeto extraño en el sobre. Pero este año, como la cosa está muy rara, no sólo en Uruguay sino en todo el mundo, se decidió que la presencia de algún sujeto extraño entre los candidatos que aparecen en la lista también era motivo de anulación”. Las autoridades electorales indicaron que “si alguien vota a una lista en donde hay algún chiflado al que le parece una buena idea dinamitar el Estado, despenalizar el abuso sexual o encarcelar a las mujeres que abortan, quiere decir que no sólo pretende anular su voto, sino que quiere anular la democracia representativa y el Estado de derecho”.

El clásico: “Yo voy a seguir poniendo un papel que pida la legalización del porro. Lo vengo haciendo desde 1984 y no voy a cambiar esta costumbre solamente porque legalizaron el porro”. Veterano al que no le gusta cambiar sus costumbres.