A pesar de que la victoria se daba casi como un hecho, el comando del ahora candidato a la presidencia por el Partido Nacional estalló en gritos y aplausos cuando se transmitieron las primeras proyecciones sobre el escrutinio. En el festejo de Delgado, transmitido por todos los canales de televisión, se veía al nacionalista feliz y confiado. Un niño de seis años que estaba mirando la transmisión en su casa exclamó al verlo: “Mirá, mamá, el de las propagandas metió un gol. Es Valverde, ¿verdad?”. La confusión entre Delgado y los jugadores de la selección uruguaya, que también inundaron la tanda de los programas televisivos y los espacios de publicidad en la vía pública, no se dio solamente entre los niños. “Este está medio viejo para jugar, pero bueno, si a Luis Suárez lo ponen, ¿por qué no lo van a poner a él?”, reflexionó un hombre de 56 años.

El reconocimiento: “Quiero agradecer a los militantes, a los dirigentes, y muy especialmente a las fábricas de chicles que me financiaron la campaña. Ahora hay que redoblar esfuerzos y aportes de cara a octubre”. Álvaro Delgado, candidato de billetera nada delgada.