El viernes se llevó a cabo en París el tradicional desfile de delegaciones durante la inauguración de los Juegos Olímpicos. Pero en este caso hubo una particularidad: los atletas no desfilaron en un estadio, sino en barcazas sobre el río Sena, algo que generó dificultades para la delegación uruguaya. “Por ese paseo de mierda nos quedamos sin un peso. Un desastre, porque tenemos varias semanas de estadía por delante. Lo peor es que yo les dije a mis compañeros que esto no valía la pena, que mejor nos gastábamos esa plata en comer, pero no me dieron bola. Todos quisieron pasear en barco. Y bueno, así nos fue”, se quejó una integrante de la delegación uruguaya. Otro atleta compatriota confesó haberse sorprendido cuando le cobraron un ticket al bajarse del barco. “Nos habían advertido que en París te cobran todo, pero no sabíamos que este paseo también era pago. Por suerte, ya teníamos el hotel pago, porque si no, nos teníamos que volver. Vamos a ver cómo hacemos con la comida ahora. Lo más probable es que nos tengamos que cocinar en las habitaciones de la Villa Olímpica”, declaró.

El barco con las delegaciones ucraniana y uruguaya: “Me conmueve el sacrificio que hicieron estos deportistas para estar acá. El deporte en su país debe ser la menor de las preocupaciones. Y los muchachos de Ucrania deben haber hecho un gran sacrificio también”. Parisino conmovido.