Además de retener el gobierno, el oficialismo se fijó otro gran objetivo para estas elecciones: evitar que el plebiscito por la reforma de la seguridad social impulsado por el PIT-CNT y algunos sectores del Frente Amplio sea aprobado. Una de las estrategias para lograrlo consiste en alertar sobre los desequilibrios macroeconómicos que traería aparejada la reforma. “Lo que no les dicen a los uruguayos es que, si gana el Sí, es inevitable una suba de impuestos. Si se aprueba la reforma y yo llego a la presidencia, no voy a tener más remedio que subir el IVA mucho más de lo que ya tenía planeado”, advirtió Álvaro Delgado. El candidato nacionalista explicó que si el Sí resulta derrotado, “a lo sumo subiremos el IVA en un 2%, es decir, en línea con nuestra promesa electoral de no subir impuestos. Pero si el Sí gana, no vamos a tener más remedio que, con mucho dolor, subir aún más el IVA”.

La explicación: “Tuvimos que subir impuestos y mantener el mismo déficit fiscal que dejó el Frente Amplio para prepararnos ante un posible triunfo del Sí”. Isaac Alfie, hombre prevenido.