Para muchos montevideanos el domingo fue el último día de sus vacaciones, por lo que tuvieron que regresar a la capital. Desde Policía Caminera se informó que decenas de miles de automóviles atravesaron el peaje Pando en dirección a Montevideo. Con respecto a la seguridad, las autoridades reconocieron que el balance no fue del todo positivo.

“Por un lado, hasta la noche de ayer no se habían producido accidentes con víctimas mortales o heridos de entidad. Pero por otro lado hubo miles de casos de personas que cayeron en un pozo depresivo el domingo de tardecita por el retorno a su angustiante rutina de mediocridad y desesperanza ante la inevitabilidad del paso del tiempo y la constatación de que ni el trabajo ni la familia alcanzan para mantener la fe en un futuro mejor. Desgraciadamente aún no hemos dado con alguna señal de tránsito que pueda servir para prevenir este tipo de episodios”, lamentó un vocero de la Policía Caminera.

La estrategia. “Mi receta para no deprimirme durante mi regreso consiste en enojarme y agarrarme a puteadas con otros conductores que buscan lo mismo que yo”, vacacionante lleno de odio y sentido común.