Se espera que entre hoy y mañana comience la entrega de rehenes por parte de Hamas, algo que, junto con el repliegue de tropas israelíes, constituye la primera fase del plan de paz impulsado por Donald Trump para terminar con la guerra en Gaza. En Tel Aviv consideran que el éxito del plan, que incluye la instalación en la franja de un gobierno de transición integrado por tecnócratas, sería “un gigantesco éxito para Israel”. “Si bien en estos dos años hemos logrado grandes avances en nuestra política para destruir Gaza, no pudimos terminar nuestro trabajo. Pero un gobierno tecnócrata sí va a hacerlo y va a derribar lo poco que queda en pie”, opinó una fuente del gobierno de Benjamin Netanyahu.

Israel espera que las políticas focalizadas en la desregulación de la economía, el aumento de la desigualdad y la mayor precariedad laboral logren un efecto “más devastador que los millones de bombas que tiramos, y, sobre todo, más duradero, porque reconstruir una economía tras un gobierno tecnocrático es mucho más difícil que reconstruir edificios”.

¡Viva la libertad, carajo!: “Como liberal y como enemigo del Estado no tengo más remedio que oponerme a la creación de un Estado Palestino. Les estaríamos haciendo más daño que bien”. Benjamin Netanyahu, libertarian compasivo.