Tal como se preveía, la Flotilla Sumud, que llevaba ayuda humanitaria a Gaza, fue interceptada por la armada israelí antes de que llegara a su destino. Los tripulantes de los barcos, entre los que se encuentran Greta Thumberg y otros activistas, fueron trasladados a un puerto israelí. Desde Tel Aviv informaron que todos los tripulantes están “sanos y salvos”, aunque advirtieron que durante los próximos seis meses no recibirán agua ni comida, ni tampoco asistencia médica. “Sabemos que entre los activistas hay miembros de Hamas, así que hay un riesgo muy alto de que los productos de primera necesidad que les demos terminen en manos de los terroristas. No podemos correr ese riesgo”, aseguró un vocero del Ministerio de Defensa de Israel.

El representante del gobierno israelí aclaró, de todos modos, que si los integrantes de la flotilla se convierten en un peligro para la seguridad de Israel serán bombardeados “hasta que queden reducidos a cenizas”.

La denuncia: “Es una muestra de antisemitismo que nos recuerda el accionar de los nazis, que también navegaban en barcos”. Experto en antisemitismo selectivo.