Entre los temas que se manejan en el informe final del proceso de autocrítica que emprendió el Partido Nacional aparecen las fallas en la comunicación, la falta de sintonía con las necesidades de algunos sectores de la población y el escaso vínculo con organizaciones sociales. Los escándalos que involucran a Alejandro Astesiano y Sebastián Marset, en cambio, no aparecen mencionados, aunque inicialmente esto no era así. “Obviamente que en un proceso de autocrítica no podía faltar un tema tan importante que seguramente nos hizo perder una buena cantidad de votos. De hecho, ocupaba un capítulo entero. El problema es que ese capítulo nos dejaba tan mal parados que Roberto Lafluff decidió destruirlo”, revelaron fuentes nacionalistas.

Sobre el contrato con Cardama para la construcción de las patrulleras oceánicas, en cambio, ni siquiera se planteó la posibilidad de incluirlo, ya que los manejos opacos se conocieron recién en este gobierno. De todas maneras, en la interna blanca creen que ese tema podría llegar a tratarse en el futuro. “Si perdemos las próximas elecciones, lo vamos a incluir en una autocrítica sobre la derrota, y después Lafluff verá si destruye o no esa parte. En caso de que ganemos, no. Ahí vamos a hacer de cuenta que nunca ocurrió y a seguir de largo, como hacemos siempre”.

Los nuevos enemigos: “Tenemos que plantarnos como enemigos claros del wokismo, pero eso nos va a llevar algo de tiempo, porque antes tenemos que explicarle a la gente de a pie qué es exactamente el wokismo”. Sebastián da Silva, general en la batalla cultural.