Si bien la reforma del Sistema de Transporte Metropolitano recién está en su fase de planificación, algunos detalles que aparentemente ya están definidos generaron las primeras reticencias entre algunos actores. Es el caso de los choferes de ómnibus, quienes alertaron que tener carriles exclusivos para autobuses articulados les impedirá realizar una de sus tareas fundamentales, que consiste en tirárseles encima a los automóviles y las motocicletas. “Acá lo que no se está entendiendo es que nuestra labor no sólo es fundamental para ordenar el tránsito, disciplinando a conductores, sino también para la sociedad, porque las enseñanzas morales que les dejamos a quienes nos desafían son fundamentales para crear una cultura de la humildad entre los uruguayos”, opinó un chofer. Según los conductores, el establecimiento de carriles exclusivos sería “una nueva estocada” que se sumaría a la creación de bicisendas. “Habernos quedado sin la chance de realizar maniobras cuasi asesinas contra los ciclistas fue una primera afectación de nuestro derecho al trabajo. No vamos a soportar una segunda”, advirtió el chofer consultado.
Futuro nada promisorio: “Pasar varias cuadras metido en un túnel sin siquiera poder ver otros vehículos para poder putearlos va a hacer que me sienta muy solo”. Chofer melancólico.