Si bien el conflicto entre Estados Unidos y Venezuela parece haberse enfriado en los últimos días, los analistas consideran que las tensiones pueden reactivarse en cualquier momento y la posibilidad de una intervención armada de Washington sigue estando firme. Esta hipótesis se reafirmó con las últimas declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en las que advirtió que el año que viene seguirá presionando “para que los venezolanos puedan recuperar la Navidad”. Es que si bien Trump ha justificado sus ataques y amenazas a Venezuela evocando la lucha contra el narcotráfico y la tiranía, en una entrevista televisiva emitida ayer reconoció que ahora su principal objetivo es “asegurarnos de que Venezuela pueda recibir todos los años a Santa Claus cuando corresponde, es decir, los 25 de diciembre”.
El mandatario contó en la entrevista que, tras ver hace pocos días una película navideña, comprendió que había algo más importante que erradicar “la alianza entre el narcotráfico y el socialismo”. “No hay nada más importante para los seres humanos que la Navidad. Cuando un dictador decide que la Navidad se empiece a celebrar cuando él quiere, entonces su país deja de ser un país civilizado y cae en la barbarie. Por eso, si hay que tomar decisiones difíciles para que vuelva la Navidad, como matar niños en bombardeos, lo vamos a hacer”.
La apertura: “No tendría problema en ir a Venezuela a reunirme con Maduro, especialmente si ese país baja la edad de consentimiento sexual a 16 años”. Donald Trump, delincuente sexual que viene zafando.