Hasta ahora, todos los intentos del presidente de Estados Unidos por hacerse con el control de Groenlandia fueron infructuosos, y de hecho solamente consiguieron despertar una fuerte reacción de los habitantes de ese territorio y del gobierno de Dinamarca. Es por esto que Donald Trump decidió pasar a un nuevo tipo de abordaje. “En estos días voy a nombrar a Benjamin Netanyahu como enviado especial a Groenlandia. Su labor será determinar si existen allí células de terroristas que puedan representar una amenaza para la seguridad de Estados Unidos y que por ello demanden una intervención militar”, explicó el mandatario.
Netanyahu también investigará si existe algún texto bíblico en donde se establezca que Groenlandia forma parte de Estados Unidos. “Sabemos que esto último es un poco difícil, pero tenemos una ventaja frente al argumento israelí sobre Gaza y Cisjordania. Ellos se basan únicamente en el Viejo Testamento; nosotros nos basamos en el viejo y también en el nuevo”, destacó Trump.
El plan C: “Si no consigo Groenlandia, le voy a pedir a mi amigo Putin que me preste un poco de Siberia”. Donald Trump, presidente filorruso.