Como es bien sabido, la cantidad de cosas que se le puede pedir a Papá Noel es infinita, pero el simpático viejito barbudo no puede cumplir con todo. Un ejemplo paradigmático es el del gobierno uruguayo. “Me mandaron una cartita pidiéndome un tratado de libre comercio con la Unión Europea ratificado. Me pareció un poco ambicioso de más, pero bueno, hay niños de clase media que me piden la última Play, un auto eléctrico y una piscina. Y yo trato de satisfacer a todos, pero en la medida de lo posible. Y lo del TLC con la Unión Europea sería un regalo realmente gigantesco”, reveló Papá Noel.
El anciano de abdomen prominente y barba encanecida explicó que sus duendes están trabajando “incansablemente” para lograr culminar el acuerdo comercial, pero “tampoco pueden hacer milagros, sobre todo cuando se juntan Francia y la extrema derecha europea”. Con respecto a qué regalo recibiría el gobierno en caso de que los duendes no logren asegurar el TLC, Papá Noel estimó: “Vamos a ver, pero seguramente termine siendo una pistola de agua”.
Niño ejemplar: “Me da lástima por Gabriel Oddone, que se portó bien todo el año, pero es lo que hay”. Papá Noel, proveedor con limitantes.