La designación de Mario Ángel Silva Castro como embajador en Etiopía despertó críticas de la oposición, fundamentalmente porque Silva solamente terminó cuarto de liceo. Exjerarcas que ocuparon cargos políticos en el Ministerio de Relaciones Exteriores durante la administración anterior consideraron que alguien con ese nivel educativo no cumple con los requisitos mínimos necesarios para desempeñar cargos importantes en el servicio diplomático. “Un embajador que no terminó el liceo no está capacitado para cumplir algunas funciones básicas de su labor, como mentirle al Parlamento o tramitar un pasaporte urgente a un capo del narcotráfico que está desesperado por abandonar Arabia Saudita para escapar de Interpol”, cuestionó un exjerarca de la cancillería.
Quien también cuestionó la designación fue el excanciller Francisco Bustillo. “El tipo no terminó cuarto de liceo. No pueden poner como embajador a un tarado como él. Pero que esto no trascienda, ¿eh?”, le dijo Bustillo a un allegado que lo estaba grabando.
El apoyo: “Lo veo bien a Silva. Los activistas afrodescendientes no son muy de los cócteles”. Ernesto Talvi, estrella fugaz de la política uruguaya.