Varias de las decisiones del presidente de Estados Unidos tras asumir su cargo ya habían sido anunciadas o sugeridas, pero otras causaron sorpresa. Ayer, Trump anunció la puesta en práctica de un plan que tiene como objetivo “desnazificar Canadá, un país que, como se sabe, alberga verdaderos ejércitos de neonazis que son un peligro para la seguridad de Estados Unidos”. El primer paso de este plan consiste en desestabilizar algunos departamentos canadienses limítrofes en los que existe una fuerte influencia estadounidense, como Ontario y Alberta. Más adelante se procederá a anexarlos y finalmente se pasará a una ofensiva militar que incluirá la muerte de miles de civiles, ataques a hospitales y la destrucción de la red energética canadiense. Trump afirmó que esta acción tiene como objetivo “proteger los intereses de Estados Unidos ante un país que, por más que tenga unas Fuerzas Armadas muchísimo menos potentes que las nuestras, representa una amenaza para nosotros”.
Suspenso: “No podría asegurar que tras la invasión de Canadá vamos a seguir con Panamá y Groenlandia, pero tampoco lo podría descartar”. Donald Trump, estadista pendenciero.