Falta menos de una semana para que finalice el actual período de gobierno y las autoridades están haciendo un balance de su gestión. La visión más extendida es que si bien algunas cosas se podrían haber hecho mejor, en líneas generales la administración se encuentra “mucho más prolija que como la encontramos”. “Es cierto que las cuentas públicas quizás no estén del todo ordenadas y que se hayan registrado algunos retrocesos en materia de educación y de seguridad. Pero el café del Ministerio de Desarrollo Social está en fecha, bien cerrado y sin ningún rastro de humedad”, afirmó un jerarca gubernamental. “No queremos hacerles a ellos lo mismo que nos hicieron a nosotros. Por eso nos encargamos de que, salvo algunos detallecitos sin importancia, el gobierno entrante tenga todo pronto para empezar su labor en las mejores condiciones posibles y sin sorpresas”, agregó el jerarca.

La conclusión: “Nos comportamos con poca desidia y mucho apego”. Frase que Lacalle Pou pensaba decir en su último discurso como presidente, pero que finalmente decidió sacar.