Apenas pasaron dos semanas desde la asunción de Donald Trump, pero sus primeras medidas en materia de política internacional ya generaron varios terremotos. Uno de ellos tiene que ver con la imposición de aranceles a otros países, fundamentalmente China, Canadá y México, aunque el resto de Latinoamérica también fue golpeado. Según explicó un experto en políticas migratorias, “las restricciones que está imponiendo Donald Trump a la exportación de pobres a Estados Unidos son un verdadero problema para los países latinoamericanos, que producen muchos más pobres que los que pueden albergar. Además, los ingresos por concepto de remesas constituyen un sector importante de sus economías, y exportar pobres a otras zonas del mundo es extremadamente costoso”. Este analista lamentó que las medidas de Trump seguramente afectarán negativamente a un sistema que funciona “de las mil maravillas”. “Los países latinoamericanos expulsan a sus pobres para que trabajen por sueldos miserables a miles de kilómetros de distancia de sus seres queridos y envíen dinero, y los empresarios estadounidenses pueden contratar mano de obra barata e informal para aumentar sus márgenes de ganancia. ¿Hay algo más perfecto que esto?”, reflexionó.

La denuncia: “Es un escándalo. Nos subieron a un avión en clase turista y sin la posibilidad de acumular millas con el viaje”. Migrante canadiense deportado a su país de origen.