Más allá de las intervenciones en las cámaras, la labor parlamentaria requiere infinidad de contactos informales entre los representantes de las diversas bancadas. Desde el 14 de marzo, uno de ellos es el diputado Gustavo Salle, algo que para muchos de sus colegas es “potencialmente problemático”. “No queremos que haga lo mismo que cuando entró a la reunión por los cargos ofrecidos a la oposición y se puso a grabar. Por eso, y para poder hablar tranquilos, le vamos a pedir que si va a grabar las conversaciones telefónicas lo aclare ni bien contesta el teléfono”, adelantó un legislador de la oposición.

Consultado al respecto, Salle indicó que está dispuesto a estudiar la propuesta, aunque siempre y cuando le permitan “hablar todo lo que yo quiera” en el mensaje de advertencia.

Varios legisladores consideraron que este pedido volvería “inaplicable” la medida, ya que “nadie tiene tiempo para escuchar una diatriba de media hora sobre los poderes globales en las sombras antes de iniciar una conversación”.

La otra advertencia: “Atención. La siguiente comunicación puede contener lenguaje soez, perturbador o explícito”. Mensaje de Graciela Bianchi ni bien atiende el teléfono.