La etapa del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavaleras de ayer fue nuevamente suspendida por las lluvias, al igual que todos los tablados, algo que causó preocupación en el ambiente. “Esto es terrible; con tanta suspensión no sabemos cuándo va a terminar el concurso, los conjuntos no saben si van a poder recuperar la inversión y los dueños de los tablados temen terminar con deudas. Yo creo que tendríamos que empezar a considerar seriamente la posibilidad de aceptar que solamente hay un dios y que es a él a quien debemos adorar”, planteó el director de una murga.

Muchos carnavaleros creen que la pleitesía que el carnaval rinde al dios Momo genera la ira de Dios, que castiga a los carnavaleros con mal clima. “Momo tiene más de 2.000 años y, obviamente, ya no tiene la fuerza que tenía en la antigua Grecia. Quizá haya llegado el momento de actualizarnos”, reflexionó el propietario de un conjunto de parodistas.

Otra explicación: “El carnaval está siendo castigado por el dios Mercado debido a la cantidad de subsidios estatales que recibe”. Economista religiosamente neoliberal.