El estudio, elaborado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, mide el nivel de satisfacción de las personas con su vida. Uruguay cayó con respecto a la medición anterior, aunque se mantiene en la zona alta de la tabla, con el puesto número 28 de 147. Según expertos uruguayos, los resultados del ranking indican que estamos ante una situación “compleja”. “Tanta euforia es peligrosa. Una cosa es que estén relativamente felices los nórdicos, que tienen plata, o los caribeños, que viven en contacto permanente con el sol y una naturaleza exuberante, pero nosotros somos uruguayos. Es peligroso que tengamos esos niveles de felicidad, porque es una burbuja de irrealidad que, al estallar, nos puede arrojar a un pozo de depresión”, advirtió un experto en psicología social.
En opinión del especialista, “para que Uruguay pueda mantenerse estable es fundamental que su posición en el ranking refleje su situación objetiva, que sería entre los puestos 73 y 74, es decir, tan cerca de la felicidad como de la infelicidad”.
La explicación: “¿Se dan cuenta? Legalizamos la marihuana y ahora la gente dice estar feliz por más que su vida sea una mierda”. Uruguayo amargo.