A un mes y medio de haber llegado al poder, la actual administración se encuentra enfrascada en su primera crisis interna, que enfrenta nada más ni nada menos que al presidente de la República, Yamandú Orsi, con casi la totalidad de sus allegados. El conflicto se produjo a raíz de la participación del mandatario en un asado al que estaban invitados los principales jerarcas de la Torre Ejecutiva. Si bien Orsi estaba invitado, nunca llegó a anunciar su presencia. Por eso, cuando apareció de improviso, provocó un gran malestar entre los asistentes. “Una cosa es que no anuncie medidas de gobierno. En fin, son estilos. Pero que sea incapaz de anunciar si va a venir o no a un asado, para que podamos organizarnos y compremos más o menos la cantidad de bebidas que se van a consumir, eso ya es demasiado”, se quejó uno de los asistentes a la reunión.

Si bien los allegados del mandatario le pidieron que en los próximos asados anunciase su presencia, Orsi reiteró que no se consideraba “un hombre de anuncios”.

La preocupación: “No sabemos qué piensa ni cuáles son sus planes. Estamos empezando a sospechar que es un espía”. Agente de inteligencia desconcertado.