La política exterior del gobierno de Benjamin Netanyahu no sólo está siendo cuestionada desde el extranjero, sino que también recibe ataques cada vez más fuertes en el frente interno. De todas maneras, el primer ministro israelí no da muestras de querer dar marcha atrás, y en lugar de eso se muestra desafiante. “Esto le tiene que quedar claro a todo el mundo. Israel no va a retirarse de Cisjordania hasta que no sean liberados todos los rehenes que permanecen en manos de los palestinos desde 1967”, declaró Netanyahu.
El mandatario aseguró que nunca fue la voluntad de su gobierno atacar Cisjordania ni anexionar partes de su territorio, pero “no hubo más remedio que hacerlo”. “Tenemos un mandato muy claro, que es traer de vuelta a los rehenes que están ahí desde hace casi 60 años, y no vamos a abandonarlo por más que nos critiquen los antisemitas del exterior o los cobardes traidores del interior”, declaró.
La frase: “La guerra está dando resultados. En los últimos meses hemos logrado matar a dos o tres militantes de Hamas entre los centenares de víctimas inocentes”. Benjamin Netanyahu, hábil estratega.