El presidente de Estados Unidos había propuesto reabrir la famosa prisión ubicada en la bahía de San Francisco y albergar allí a delincuentes extremadamente peligrosos. Pero fuentes de la Casa Blanca revelaron que luego de una conversación con sus asesores, Donald Trump decidió dar marcha atrás con la medida. “Todo surgió de una equivocación. El presidente Trump estaba convencido de que la isla de Alcatraz era un país latinoamericano, así que se le ocurrió implementar un acuerdo similar al que alcanzó con El Salvador. Pero cuando le explicaron que la isla y su prisión forman parte del territorio de Estados Unidos, se dio cuenta de que su plan no tenía sentido”.
Ahora Trump está analizando otras opciones de islas latinoamericanas a las que enviar criminales. “El problema es que la mayoría de las islas que ve como posibles opciones están en el Caribe y generalmente son paraísos fiscales donde él guarda su dinero”, explicaron las fuentes.
El plan B: “Quizás haga una reforma de la prisión de Alcatraz para transformarla en una cárcel para expresidentes convictos. El lugar tiene una muy linda vista”. Donald Trump, reo.