El envío de militares a Los Ángeles para reprimir las protestas antideportaciones, decretado por el presidente Donald Trump, fue visto mayoritariamente como una especie de acción simbólica cuyo objetivo es “provocar” a sus oponentes. Pero no todo el mundo lo ve así. “Esto no es una alharaca. Esto es el comienzo de algo real. Concretamente, es el inicio de una nueva guerra civil, y esta vez esperamos ganarla”, aseguró un seguidor de Trump del estado de Alabama. Es que millones de ciudadanos de la zona sur de Estados Unidos ven en esta incipiente guerra civil la posibilidad de alcanzar algunas reivindicaciones históricas, como la legalización de la esclavitud.
“Yo creo que estamos ante una oportunidad única para que el sur prospere nuevamente mediante las plantaciones de algodón. El único problema es que tendríamos que traer esclavos de África, que técnicamente serían inmigrantes, pero esperemos que el presidente Donald Trump continúe actuando con sensatez y nos permita ingresar esta mano de obra tan necesaria para el desarrollo de esta parte del país”, declaró otra seguidora del presidente estadounidense.
El plan: “Esta vez tenemos que matar a todos los potenciales Abraham Lincoln”. Trumpista que vio Terminator.