Tel Aviv informó ayer que la marina israelí asestó “un duro golpe al terrorismo internacional y a los enemigos de Israel”. “Sobre la noche, nuestros soldados detuvieron y abordaron a la embarcación Madleen, comandada por una peligrosa terrorista de nacionalidad sueca de 22 años, conocida por sus posturas antisemitas”, declaró un vocero de Tel Aviv.
“En la embarcación se encontraron alimentos, medicina, agua y otros materiales que podrían ser utilizados para atacar a nuestro país y sus habitantes”, agregó el funcionario gubernamental.
Si bien no fue divulgado el nombre de la terrorista en cuestión, Tel Aviv afirma que es una persona “conocida por sus teorías de la conspiración sobre el supuesto efecto negativo del uso de combustibles fósiles”. La intención del gobierno de Benjamin Netanyahu es juzgar a esta “enemiga del pueblo judío” o, si esto no es posible, dejarla salir del país para que agentes del Mossad la eliminen en forma discreta.
La lógica: “Si es enemiga de la ultraderecha neofascista, es enemiga de Israel”. Sionista ideológicamente entreverado.