En una de sus primeras medidas tras asumir el cargo, el intendente de Artigas, Emiliano Soravilla, decidió que no se renovarían los contratos de 51 personas que trabajaban en la intendencia. El jefe comunal no dio explicaciones sobre los motivos de la decisión, aunque aclaró que todo el proceso se realizó “con la más absoluta transparencia y siguiendo las disposiciones municipales vigentes, tanto las escritas como las tácitas”. Soravilla encargó un estudio genético a todos los funcionarios de la intendencia para determinar quiénes estaban unidos por un lazo familiar con el exintendente Pablo Caram y quiénes no. “Los estudios genéticos fueron concluyentes. Ninguno de estos 51 funcionarios tenía parentesco alguno con el exintendente Caram. Lo único que los relacionaba con él es que sus antepasados son originarios de África, como todos los seres humanos de la Tierra”.

Soravilla indicó que la ausencia de vínculos familiares con Caram no es un requisito excluyente para trabajar en la intendencia, aunque a la hora de despedir gente, “obviamente, quienes se van primero son aquellos que no están unidos por la sangre con la intendencia, porque no hay nada más fuerte que el vínculo sanguíneo”.

El anuncio: “Vamos a prohibir que los funcionarios municipales mantengan relaciones sexoafectivas entre sí, porque la endogamia puede generar trastornos genéticos importantes”. Valentina dos Santos, defensora de la familia.