El primer ministro israelí se refirió ayer a los “efectos devastadores” que está teniendo la guerra en Gaza para él y para el resto de los integrantes de su gobierno. “Estoy cansado de ver cómo todos los medios internacionales emiten imágenes de las cosas que pasan en Gaza, pero no se menciona el calvario que estamos viviendo los israelíes. En mi caso, por ejemplo, durante el último año y medio bajé dos kilos, ya que el estrés de la guerra me está haciendo perder el apetito. Hay días en que me paso hasta tres horas sin probar bocado”.

Netanyahu agregó que casi todos sus ministros y asesores están en una situación similar. “Antes solíamos hacer una pausa para comer durante las reuniones de gabinete. Ahora nadie sugiere ni siquiera la idea. Si esto sigue así, nuestra salud va a empezar a deteriorarse, sobre todo en el terreno de la acidez estomacal y la flacidez de las nalgas y el abdomen, y Hamas va a ser el responsable de estas atrocidades”.

La denuncia: “Se está conformando un frente antisemita cada vez más amplio que incluye a la OMS, Unicef, Acnur, FAO, Amnesty International, Human Rights Watch, la Cruz Roja, Médicos sin Fronteras, más de 150 países y centenares de millones de seres humanos”. Benjamin Netanyahu, luchador contra el antisemitismo.