El presidente argentino se comprometió la semana pasada a dejar de usar insultos para referirse a sus rivales políticos, con el objetivo de que estos “se vean obligados a discutir las ideas y no las formas”. Varios politólogos cercanos a Milei advirtieron que esta postura puede dejarlo debilitado. “El problema es que si Milei no putea más, se lo va a comer el primer político que use en público la palabra ‘carajo'. Cualquiera que hable de los 'zurdos de mierda' va a parecer más violento y agresivo que él. Creo que el presidente no se dio cuenta de que, para muchísima gente, el principal motivo para votarlo fue que puteaba abiertamente y sin miedo. Si deja de hacer eso, cualquiera va a poder desplazarlo como líder de la derecha”, aseguró un analista cercano a La Libertad Avanza.

En opinión de este politólogo, la movida de Milei “es tan riesgosa como cortarse el pelo”. Si Milei tuviera un corte de pelo normal, con raya al medio, quedaría en una posición vulnerable. Cualquier chiflado con un jopo más o menos excéntrico terminaría duplicando su popularidad”.

El eslogan: “¡Viva la libertad y se van todos a la concha de la lora!”. Político de derecha con un discurso superador.