Sergio Solé se convirtió en blanco de fuertes críticas por parte de la oposición tras participar en una reunión partidaria del Frente Amplio y más adelante definir públicamente a los nacionalistas como “los que mintieron en el Parlamento, entraron por el garaje de Torre Ejecutiva, los que rompieron documentos en el piso 11, los que se robaron la mitad de Artigas y los que metieron 30 ediles en Salto Grande”. A raíz de estas declaraciones, el titular del Ministerio del Interior (MI), Carlos Negro, decidió remover al jerarca. En la cartera consideraron que Solé “se extralimitó a la hora de mencionar hechos objetivos”. “No es bueno que un policía diga siempre la verdad. Imagínense si está realizando un interrogatorio a un ladrón y le dice así nomás que seguramente no lo van a poder condenar porque no hay pruebas. O si está en una misión encubierta y cuando unos narcotraficantes le preguntan si es policía él responde ‘sí, soy un policía y los estoy espiando’. Un jefe policial que dice verdades en forma tan descarnada es un mal ejemplo para sus subordinados”, argumentó un funcionario del MI.
La crítica: “Es muy poco inteligente hacer declaraciones tan escandalosas. Hay que ser más vivo”. Carlos Negro, hábil declarante.