Ayer tuvo lugar la interpelación al ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Alfredo Fratti, por la compra de la estancia María Dolores por parte del Instituto Nacional de Colonización. Funcionarios del Palacio Legislativo destacaron el buen clima en que reinó en la instancia. “Hubo faltas de respeto, algunos gritos, alguna acusación de ‘ordinaria’, pero la cosa no pasó a mayores. De hecho, ni siquiera se arrojaron bengalas de una bancada a la otra. Creo que los uruguayos tenemos que estar orgullosos de lo que tenemos. Acá no hay que poner pulmones entre legisladores oficialistas y opositores. Eso vale mucho”, declaró un integrante de la seguridad del palacio de las leyes.
El funcionario consideró, de todas maneras, que es importante “no bajar la guardia”. “Si queremos que las interpelaciones sigan siendo un espectáculo para toda la familia, necesitamos que los impulsos barbáricos de los legisladores se canalicen únicamente mediante las palabras y no se pase a las armas”.
La advertencia: “Si tenemos que poner a Gustavo Salle en la lista negra y que participe en las sesiones mediante videoconferencia, lo vamos a hacer”. Encargado de la seguridad y las buenas costumbres de la Cámara de Diputados.