En agosto de 1945, por primera y única vez en la historia, se realizaron ataques con bombas atómicas. El día 6 fue arrasada la ciudad japonesa de Hiroshima y el 9 le tocó a Nagasaki. Durante la conmemoración por los 80 años de estos hechos se hicieron varios llamamientos a la paz, y muchas personalidades, políticos y activistas afirmaron que el mundo “no ha aprendido nada”. Pero no todo el mundo compartió este diagnóstico. “El que no haya aprendido nada es porque no se esforzó. Nosotros hemos aprendido muchísimo. De hecho, nos va cada vez mejor. Hoy en día hay muchos más discursos en favor de la paz, muchos más tratados e iniciativas para evitar la carrera armamentista, pero nosotros vendemos cada vez más armas. Yo lo lamento por los que no aprendieron nada. La próxima vez, presten más atención”, declaró un empresario de la industria armamentística.

La buena fortuna: “Por suerte, la gente sigue teniendo mucho miedo a las armas atómicas y prefiere que se usen armas convencionales, como en Gaza y Ucrania, algo que a nosotros nos rinde mucho más que vender una sola bomba”. Empresario que tiene todo el negocio armado.