La oposición cuestionó fuertemente la decisión tomada por el Ministerio del Interior de declarar “reservada” durante 15 años la información sobre la actuación policial en el último clásico, en el que un oficial de policía fue herido por una de las numerosas bengalas que se arrojaron desde las tribunas. Fuentes de la cartera explicaron que en el informe elaborado por los responsables del operativo había “datos muy sensibles, muchos de ellos relacionados con la verdadera identidad del asesino de John Fitzgerald Kennedy y, lo más importante, quiénes fueron los autores intelectuales del magnicidio”. Las fuentes no dudaron en afirmar que la divulgación de esta información podría causar “una inestabilidad gigantesca en el gobierno, el sistema político y el mundo empresarial de Estados Unidos, algo que a su vez podría dar pie a una debacle a escala planetaria y, eventualmente, al estallido de una tercera guerra mundial”. “Estamos muy comprometidos con la transparencia en la gestión pública, pero también tenemos que ser responsables”.
La declaración explosiva: “No puedo afirmar ni negar que varios integrantes de la barra de Nacional participaban en las fiestas de Jeffrey Epstein”. Garganta profunda del Ministerio del Interior.