El conocido como impuesto Temu generó un intenso debate público entre dos de las principales figuras del gobierno y la oposición. El secretario de Presidencia, Alejandro Pacha Sánchez, declaró que con esta medida se busca “apoyar al ferretero del barrio”, ya que “Temu es una entelequia de la que nadie sabe quién es el dueño”. Aseguró que “si bien alguno que otro de vez en cuando le ve la cara a Dios, nadie le vio nunca la cara a Temu”, aunque el problema más grave es que “no festeja cuando gana Uruguay”.

El senador nacionalista Sebastián da Silva le salió al cruce a Sánchez y aseguró que con esa medida, “en realidad, el ferretero del Pacha Sánchez se va a querer atornillar las pelotas sobre una tabla de 15”.

Tras varios días en los que fue involuntario protagonista central del debate, en el que uno lo tironeaba para un lado y el otro para el otro, el Ferretero del Pacha Sánchez volvió a ser noticia al romper el silencio para involucrarse en la discusión.

“Al Pacha le vendí un metro de cadena Andebu”

“Yo lo conozco desde que estudiaba en la facultad. Me acuerdo de que tenía un montón de pornocos y un pegotín del MPP en el termo, que decía “Con razón y corazón”, rememora el Ferretero del Pacha Sánchez mientras separa unos tornillos de media pulgada de otros de una pulgada que se le habían entreverado.

“Venía seguido a comprar soda cáustica para hacer engrudo para salir de pegatina, y a veces algún que otro pincel para hacer pintadas para la campaña del Pepe”, rememora.

“Me acuerdo de una vez que se ve que los compañeros del gremio lo habían agarrado para la joda y lo mandaron a comprar un metro de cadena perpetua. Yo le dije que cadena perpetua no tenía, que tenía cadena Andebu, que le iba a servir igual, como establece el protocolo del ferretero para estos casos... Él la llevó igual, por las dudas”, relata sobre aquellos tiempos.

“Después lo mandaron un par de veces más”, añade: “Una, a buscar un martillo de tres golpes, y otra, a comprar siete metros de tanza para atar cabos sueltos; lo agarraban para el chijete y mirá dónde terminó…”.

El coso del cosito

Tras aquellos primeros encuentros, el Ferretero del Pacha Sánchez estuvo tiempo sin saber de él. “Además, yo de política no entiendo mucho; entiendo de clavitos, de lijas, de thinner y de alambres, pero los políticos son un clavo remachao”, dice.

Un buen día, siendo ya secretario del expresidente José Mujica, “el Pacha cae por la ferretería y me dice que el Pepe lo mandó a buscar un cosito así que tiene como un piripicho acá, que sirve para cambiarle el goyete a la cosa que se rompió”. “Le había hecho una esquela con un dibujito y todo, pero nunca entendimos qué era lo que quería... Pa mí que era para arreglar unos problemas internos que tenían en el MPP, pero no sé...”, cuenta.

Luego de eso, el Ferretero del Pacha Sánchez decidió colgar un cartel que decía: “Acá no tenemos la cosa del cosito”. “Después se puso de moda y ahora hay carteles de esos en todas las ferreterías, pero nosotros fuimos los primeros”, asegura.

LO DE MoLiNa

Posteriormente, “hace un par de años cayó a comprar “unos tornillos más o menos así” y “unos clavos más o menos de este tamaño”, porque estaban haciendo unas reformas en el local histórico de los tupas, ahí en Tristán Narvaja, con la idea de abrir un boliche”, cuenta en referencia a Lo de Molina.

“También pidió unos sahumerios para hacer una limpieza energética en el lugar, porque tenía un aura muy guerrillero y ellos querían que se pareciera más a un Starbucks medio revolucionario”, recuerda. “Ahí le expliqué que sahumerios en las ferreterías no se venden, que esos medio parecidos que tenía en unas cajas eran electrodos y que no sirven para lo mismo”.

Finalmente, cuenta: “Lo mandé para la china de enfrente, que vende todo porquerías saludables, naturales; nueces y esas cosas, que sólo sabe decir en español “tleciento cincuenticuatlo peso” y “señol, no polel ablil saumelio”.

Pegotines del MPP de Temu

Consultado sobre la polémica surgida en torno al impuesto Temu, el Ferretero del Pacha Sánchez aseguró: “Yo no sé bien, pero por lo que me contaron, los pegotines del MPP de las últimas elecciones los compraron en Temu. Salían una cosa así como 50 pesos 300 millones de pegotines, y ya venían con el termo y todo”. “Ahora, con este impuesto, los pegotines valdrían 61 pesos”, razonó.

Uno de los problemas de Temu, dice, son las fallas. “Muchos de los pegotines esos que te decía venían con defectos, como todo lo de Temu. Había unos que decían “Pol la tiela y con Seldic” porque no estaban bien traducidos”. Confesó, sin embargo, que él también les compra. “El otro día necesitaba un litro de aguarrás y me salía más barato comprárselo a Temu que comprármelo a mí mismo, que soy terrible carero” aseguró.

Sin embargo, piensa “que todas esas porquerías chinas son berretas, una porquería”. “Pero mirá que yo no tengo nada contra los chinos, ¿eh? No vayas a pensar que soy como homofóbico pero de chinos... Tengo un amigo que le dicen el Chino Sena, que además es cliente, soy admirador del Chino Recoba y tengo un póster de la China Suárez pegado en la ferretería”, concluye.