“Estuvimos enfocando el tema desde la perspectiva equivocada durante 200 años”. Así resumió un historiador su posición sobre el debate de las acciones de Fructuoso Rivera durante el proceso independentista. “Lo que importa no es cuándo y por qué Rivera decidió dejar de apoyar a los brasileños y plegarse a las tropas de Lavalleja. Lo que importa es que fue un error garrafal, porque obviamente estaríamos mucho mejor siendo una próspera provincia de Brasil”, opinó el académico, que junto con otros colegas defiende una teoría revisionista alternativa a las narrativas blancas y coloradas. “Comeríamos mango y leche de coco todos los días. Tendríamos nueve mundiales ganados. Nuestra música sería mucho más alegre. No necesitaríamos ir al Chuy para comprar toallas. Desde todo punto de vista hubiera sido mucho mejor ser un estado de Brasil. Mi visión crítica hacia la figura de Rivera no es por haberse pasado al bando de las Provincias Unidas cuando parecía evidente que iba a ser el ganador de la guerra. Lo que me parece francamente cuestionable es que no haya muerto luchando por la Provincia Cisplatina”.

La geografía no ayuda: “Creo que haberle puesto su nombre a un departamento en la frontera con Brasil no contribuyó a contrarrestar su imagen de lusófilo. Capaz que Rivera tendría que intercambiar su nombre con Florida”. Riverista que no puede soltar.